Después del viaje

Definitivamente los viajes ilustran, nos permiten conocer y redescubrir: lugares, gente, arte, amigos... a nosotros mismos. Después de todo la vida, además de un sueño, un movimiento perpetuo y un cuento que siempre merece la pena ser contado, es un viaje. Al menos este viaje fue eso: un sueño y un casi literal movimiento perpetuo lleno de aventuras que merecen ser contadas. Pero este no es el post para eso.

Hoy tengo ganas de decirles que estoy de regreso. Hice 3 ensayos en día y medio porque en mis vacaciones sólo vacacioné, y ayer por fin dormí bien después de más de un mes. También quiero comentar que ya no estoy greñudo y que entre las ironías de la vida tuve un fin de año frío pero bastante soportable, por lo que sigo sin volver a ver la nieve mientras ella, tan blanca y sarcástica, se aparece, contra todo pronóstico, en Tijuana.

Aunque ya vayamos un poco entrados, deseo que tengan todos un 2007 lleno de aprendizaje y armonía.

P.D. Hay pocas cosas materiales y no biológicas realmente preciadas para mi árborea persona, entre ellas está un disco de Ana Torroja. Se llama 'Pasajes de un sueño' y es muy valioso porque me recuerda lo bueno de mi secundaria, porque la caja se rompió y porque lo perdí como por cuatro años durante los cuales me hizo falta pero me resistí a comprar otro. En el verano lo encontré, tan rayado que no se puede oir, afortunadamente la computadora lo leyó e inmediatamente lo grabé. Estoy escuchando sus canciones y a pesar de que me gustaba mucho y me lo se completo, ¡qué bonito es re-descubrir cosas que son maravillosas!