Días bonitos

Casi todos los que me conocen saben que me gustan los días lluviosos, nublados y grises. Que no me gustan ni el sol ni el calor, por lo que mi concepto de "día bonito" es diferente al de muchos. Desde muy chico supe que cuando alguien preguntaba ¿Cómo amaneció hoy? o ¿Qué tal el clima? y la respuesta no era positiva, las condiciones atmosféricas estaban de mi lado.
Y siempre lo digo, como hoy cuando una compañera me dijo con cara de resignación: "Vale tío, pues bienvenido al clima de Birmingham, que siempre es así.. ya me había parecido mucho buen clima...". Como es de suponerse, la lluvia, bastante fuerte, se veía desde la ventana. No es la primera vez que me lo dicen, pues vengo de México, el "exótico país de las playas hermosas y el sol eterno", aunque la playa de Tijuana sea más bien fría y peligrosa... Una vez más di mi explicación y la compañera -no es española, sino del País Vasco- se sorprendió.
Todo esto porque aunque siempre lo digo, y casi todo el año los añore, ya no me acordaba cuanto me gustan estos días.
Me gusta que mi cuerpo siempre cálido sienta el aire frío, contraste de temperatura, respiro mejor, SIENTO mi cuerpo... me gusta poderme abrigar con cosas calientitas si lo necesito, tomar bebidas humeantes sin sudar -tanto-, sentir la lluvia mojándome, e incluso cargar un paraguas. Hasta me gustan los carros cuando llueve, sus parabrisas en movimiento, las luces prendidas, el incremento en la precacución. Disfruto sentir el aire frío y oler el ambiente mojado... que salga "humito" de mi boca... Pero lo que más me gusta es el tono melancólico de la falta de Sol, todo -desde mi subjetividad- se ve más bonito, especialmente el verde los pastos y los árboles. El paisaje me invita a la tranquilidad, a pensar y recordar... a sentir, contemplar...
Entiendo por qué para muchos pueden ser días horribles, tienen mucho de depresivos, pero quizá por eso, son los mejores.