Comedias

Si la vida fuera una película cómica, me gustaría que fuera inglesa, siendo personaje de una comedia francesa en el ambiente de una chickflick gringa (¿pleonasmo?).

El ambiente de una comedia romántica gringa por la fantasía esperanzadora y el soundtrack.
Las situaciones siempre son exageradas y empalagosas, no las aguanto mucho, pero me gusta el mood relajado de esperanza y felicidad. Generalmente el soundtrack es una buena mezcla entre oldies memorables, indies románticas, baladas deprimentes y éxitos actuales muy rítmicos, rockeros y pegajosos. El playlist es tan variado como el ritmo mismo del argumento: la panorámica de la ciudad, la secuencia de un día donde todo sale mal, la cena romántica, el truene, un baile, la escena del bar cuando todo está perdido, la carretera, la persecusión antes del final, el inavariable feliz desenlace.

Ser personaje de una comedia francesa, por la locura sensual y la dirección de arte.
Los mejores enredos integrales son los de las comedias francesas, siempre mezclan diversión, frustración, pasión, trabajo, locura y relaciones psicópatas. Como en todo lo que es francés, aquí el sexo es básico pero nunca protagonista, para eso tienen personajes dementes que de cualquier frase generan caos vía confusiones magistrales. A diferencia de los ingleses, donde la magia del personaje radica en lo contenido de su carácter, los franceses son desmedidos y extremos, mucho más realistas que los gringos, quizá por lo complejo y sincero de su ser. Tan deliciosa falta de cordura sólo puede estar acompañada de paisajes antojables con un elegante aire de vejez, los muebles perfectos, la decoración más meticulosamente casual y la ropa más cotidianamente chic.

Todo dentro de una comedia inglesa, por el sarcasmo inteligente y el guión.
Definitivamente son mis favoritas por su humor negro además del acento. En estas películas invariablemente aparecerán familias disfuncionales, algunas con fortunas calculables tanto en dinero como en hipocresía, otras más llenas de carencias muy ocultas. Son comedias de revelaciones, los personajes nunca terminan siendo los mismos. La maravilla del guión es su habilidad para crear redes cómicas con una ecléctica mezcla de situaciones a partir de la vergüenza, las apariencias, la soledad y el amor, sin importar el grado de romanticismo. Tanta sobriedad se ve alterada por un personaje excéntrico, generalmente vulgar o deforme, que provoca las carcajadas fáciles y se vuelve entrañable. Las más políticamente incorrectas, estas comedias -casi- nunca fallan, están excelentemente bien actuadas -y dirigidas- y habitualmente son las más profundas en sus cuestionamientos existenciales. Entre la campiña y la ciudad, el flat y la oficina, se dan el lujo de finales inesperados... a veces.

Mientras eso pasa, yo sigo en mi sitcom a la mexicana.
Las ventajas de la comedia de situación son que los personajes entran y salen, van creciendo y adquiriendo distintos grados de importancia, las temporadas nunca cesan y el guión siempre te sorprende.
En esta temporada el árbol es un oficinista enamorado al que le gusta pensar que es editor e investigador, se enfrenta a las aventuras de conducir un auto por La Gran Ciudad e intenta jugar a que es autosustentable mientras busca mantenerse cercano a sus amigos. Keep on watching...