20 febrero, 2008

Our own private Pepito

¿Recuerdan a "Pepito"? Ese niño tantas veces imaginado, explotado protagonista de incontables chistes en la infancia, de quien se hicieron programas de televisión, discos, libros... el mismo a quien se adjudican las tonterías más tontas, las travesuras más traviesas y las vulgaridades más vulgares... ¿Si? ¿Ya lo desenpolvaron de su memoria?... Yo hace mucho le perdí la pista, pero supongo que Pepito sigue vivo entre los cuentachistes, los niños en las primarias, los grupos de amigos... en todo aquello que integra la refinada educación humorística de muchos mexicanos (y demás afectados por nuestro imperio televisivo-cultural, ¿me estás oyendo "Hispanoamérica"?).

A mi me parecía poco original que Pepito fuera siempre el culpable, el ingenioso, el más transa, el precoz... el más tonto, pero también memoricé algunas de sus aventuras e intenté, seguramente sin éxito, hacer reir a los demás con sus anécdotas (luego descubrí que podía hacer reir de otras formas, más personales)... Ahora que lo pienso, Pepito me resulta un personaje más ingenioso que tonto, aunque para mi siempre será un burro cuyo coeficiente intelectual, de existir, sería despreciable en términos numéricos.

Pero como la vida siempre nos sorprende (por fin lo he entendido), ahora nos obsequia nuestro propio personaje de los chistes. El nombre es lo de menos, pero para fines prácticos llamémoslo Pepito (P.), nunca más apropiado. Resulta que 'our own private P.' comparte con d:ego y con este árbol una clase en donde hace gala de su vocación chistosa, exhibicionista y francamente alarmante. P. está en perfecta sintonía con tantos chistes del mítico Pepito ante los que nunca sabes si pedir explicación, reir, llorar, mejor ignorarlos o golpear a alguien. Y es que todo esto genera our own private P. cuando su voz empieza a fluir.

Lo mismo maneja (donde la palabra clave es manejar) desinformación religiosa que fobias nacionalistas, tanto prejuicios culturales como negación histórica. Es además experto en la confusión semántica y posee una inagotable pasión por las preguntas más irrelevantes, todo esto cobijado, como debe ser, por una voz tan chillona como pretenciosa: de chiste. Así pues, nuestro P. pregunta de qué religión son los judíos, o si institutriz es sinónimo de prostituta... sólo para abrir boca.

Basta ya de tan extensa presentación, a continuación una recreación de los más recientes episodios P., para que los disfruten y sean incorporados a su vasta selección de momentos cómico-mágico-inolvidables (se vale reir, llorar, o como yo, simplemente no entender):

1.
(El profesor explica la figura de la paloma utilizada como metáfora en un verso de Octavio Paz)
- Profe: ... y la paloma representa la paz, y Paz la utiliza evocando ese significado que todos conocemos, aunque claro, todos sabemos, si hemos visto a dos palomas pelear, que las palomas no son precisamente pacíficas... pero lo importante es como Paz de forma tan original toma esta figura y la transforma en su poesía....
(pasan unos segundos, el profesor sigue explicando el verso cuando es interrumpido)
- P.: Oye pero... ¿y por qué se pelean las palomas?

2.
(Otro profesor explica su opinión sobre Carlos Fuentes)
- Profe: ... por eso no me cae bien, tiene actitudes de diva, por ejemplo, hace unos días se le lanzó a Hugo Chávez, llamándolo 'lloricón', poniéndose a su nivel, porque sabe que de esa forma, en la conferencia del viernes iba a tener a toda la prensa detrás de él por la polémica...
(el profesor continúa elaborando sobre su desprecio por Fuentes y sus estrategias de relaciones públicas, hasta que es interrumpido)
- P. (con ademanes que simulan una golpiza): ¿Cómo? ¿Entonces Carlos Fuentes de plano se le lanzó así encima a un chavo?

Tras semanas de desconcierto, he decidido pensar que tenemos Our own private Pepito y que reir es uno de los placeres máximos a los que se puede tener acceso mientras gente como el ahora célebre P. obstaculiza nuestro tragicómico proceso educativo. Lástima que Our own private Pepito no sea tan ingenioso ni hábil como el original...

Seguramente gozaremos de nuevos episodios P. próximamente.
¡Estén pendientes!


Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia, tengo testigos.
No es el objetivo de este post ofender a nadie, forma parte de una necesaria terapia para superar los acontecimientos: convertir la realidad en algo divertido y memorable.

4 comentarios:

*~PinkTangerine~* dijo...

jejejejejeeje. Se te olvisó aquella de quiéres salir conmigo? Cómo te llamas?
jejejeje.
Love ya.

MRL dijo...

Jajajajajaja!!!!!!!

Por culpa de esa clase de gente, Roo querido, ni tu vida ni la mia serán nunca una trajedia griega.

La tuya es un sitcom...

La mia, una telenovela de televisa (pero sin raiting)... si esto fuera una de esas criticas de TVyNovelas seria algo asi como "Que dejen de alargar con tramas irrelevantes y vuelvan a la historia de amor principal, porque el publico esta harto de ver a la heroina sentirse miserable"

Manzana Marina dijo...

JAAJAJa la mía yo creo que es como una serie de Nickelodeon jajaj

humantree dijo...

tangerine: que miedo!!!

marisa: así es, queremos ver a los protagonistas, ya! buenísima comparación, definitivamente.

marina: y en esta temporada, Sabrina-Marina llega a Buenos Aires! Ya te extraño.