Acá cerca de Greenwich ya tengo 21, y aunque faltan algunas horas para que sea cierto, ya soy oficialmente mayor de edad en el mundo. Meredith dice que
being an adult is totally overrated, y hasta hoy, le creo... habrá que ver.
Apenas van unos minutos y ya he recibido mensajes de felicitación y llamadas, una transatlántica que me llenó de emoción a las 12, aunque insisto, soy malo para hablar por teléfono (o micrófono). Regularmente no se qué decir. Menos si es mi cumpleaños...
En mi vida he sido muy afortunado, tanto que considero que mi niñez terminó a los 15 años y lo registro en un momento específico: mi cumpleaños no. 15. Hasta ese momento viví en una familia unida y feliz, en la misma ciudad que mis 4 abuelos, conviviendo con ellos y sus familias al parejo, además de la familia extendida, mis otros 4 abuelos (si, 8 en total) y amigos muy queridos. Ese día del año 2000 fue la última fiesta de cumpleaños que he tenido y la última reunión donde estuvieron todos. No hubo ausencias ni enfermedades ni problemas.
Pero todo cambia y al año siguiente tuve el peor de los cumpleaños, con enfermos en casa y en el hospital, familias distanciadas, convivencias alteradas, exámenes, un pastel improvisado y la visita de mi mejor amiga... no había ánimos para festejar. A partir de entonces todos mis cumpleaños han sido raros.
Además de la lluvia que arruinó planes durante algunos años, en estas fechas SIEMPRE hay exámenes y entregas finales, así que para los 17 teníamos el final del peor semestre de la prepa, todos como locos y en casa todo tranquilo... me llevaron a cenar días después, último cumpleaños con mi familia.
Los 18 los festejé en Suiza con una cena y muchos amigos que casi no conocía, algunos se tenían que ir por los finales, pero fueron.... muy bonitos recuerdos.
Para los 19 ya vivía en Guadalajara, semana de finales, tuve el día libre, temprano mi roomie me llevó a comer, luego clase de yoga y una amiga (en ese tiempo ni tan amiga) me llevó a cenar para que no me quedara solo.
Los 20 por poco los recibo editando un video, mis roomies me salvaron y amanecí en casa, para irme temprano a la escuela, ese día era la expo del curso de edición y nuestro corto iba muy mal, otra vez semana final pero fue sábado y abría la FIL. Mis amigos me llevaron a la inauguración (¡gran regalo! vayan este año
please!!!), rodeados de libros y escritores, después feria de Zapopan, estaba muy cansado... al día siguiente llegó un amigo de Culiacán, cena con amigas, la semana siguió con la visita, los libros, la Zabaleta y mucho baile. Fue una semana de mucho festejo, sin embargo ese día, fue extraño.
Y ahora en Inglaterra, los 21 y yo en el blog. Pero más tarde iremos a comer y cervecear... un pub, vivir la British experience.
Siempre recibo muchas felicitaciones, me siento muy querido y no ha habido un cumpleaños donde 'no haya hecho nada', pero en estos últimos años han sido todos días muy raros. Quizá porque mi concepto de diversión no incluye borracheras, porque siempre es una fecha de muchos trabajos y desvelos para mis amigos y para mi, porque estoy lejos de mi familia... el punto es que vamos creciendo y eso siempre hay que celebrarlo, cada quien a su manera y donde la vida nos agarre.
Como dice Aute:
...Vivir es más que un derecho, es el deber de no claudicar,
el mandato de reflexionar ¿qué es nacer? ¿qué es morir? ¿qué es amar?...
y por eso la reflexión.