19 abril, 2007

Situation... Comedy?

Pensamos que hay situaciones que por definición sólo deberían pasar en los sitcoms, así como otras que nunca aparecen y quizá deberían.

Sabemos además que mi vida a-veces-casi-siempre funciona como una comedia de situación con tintes dramáticos donde por ser real, las reglas no son muy claras. Entran y salen personajes, cambiamos de temporada y de set, los sucesos siguen apareciendo… Nos damos cuenta, son cada vez más raros, absurdos, vergonzosos… chistosos. Hasta que entendemos que estoy muy lejos de ser un personaje de ficción, que ni a ellos les pasarían estas cosas, o posiblemente sí, en el futuro, cuando nosotros los escribamos.

Entonces pensamos en todo lo que estos personajes, los de la tele, no hacen, lo que no les pasa. Pensar en ‘lo que no es’ como forma de reconstruir lo que soy, y entender. Así nos damos cuenta: en los sitcoms la gente no se queda incomunicada a las cuatro de la mañana por fallas de las redes que conectan continentes. Reflexionamos sobre cómo los momentos de abrir el corazón tampoco forman parte de su cotidianidad nunca real. Recordamos que en estos programas hay momentos melosos, otros que hasta sacan alguna lágrima, diseñados para la catarsis en los finales de temporada, o los reencuentros, las bodas, funerales, graduaciones… predecibles momentos especiales que rara vez ocurren nomás porque si, en su día a día desfasado del tiempo.

Tenemos ahora (entre muchas otras) una gran diferencia, además de la falta de una pantalla, entre el sitcom y la vida: todos los momentos que no son graciosos, ni irónicos, ni penosos o imposibles de creer. Estamos pensando en situaciones que son bonitas pero no románticas, emocionales pero no planeadas para las lágrimas, momentos profundos, con mucha sinceridad, casi transparentes, sin que sea final de temporada, reinicio de una relación o la trágica desaparición de algún personaje.

Ejemplificamos pensando en una conversación entre amigos, de esas donde sin necesidad de tratarse de un episodio especial, uno le dice al otro que lo quiere, lo importante que es un su vida y lo orgulloso que se siente por sus logros, por su forma de perseguir sueños y de enfrentar la vida. Imaginamos que en esta escena de esas que nunca aparecen nomás-porque-si en los sitcoms, se mencionan también aspectos como la confianza y la honestidad, con tono de gratitud. Las personas, que no personajes, expresan la admiración que se puede sentir al saber que alguien importante está viviendo, y sintiendo, en toda su humanidad, a veces tan racional y otras tan animal, mesurada y desgarradora, pasional como la vida. Seguimos pensando en una repentina conversación entre amigos.

Pero lo sabemos: en la vida no seriada tampoco ocurren estos episodios con frecuencia, aunque deberían. Y si hablamos de deber, algunas personas no deberían coincidir en ciertas reuniones con propósitos científico$, pero lo harán. Otras no deberían violar ciertos códigos, pero lo hicieron. Hay momentos del sitcom y momentos de la vida.

Concluimos que por definición, ni la vida ni sus situaciones se rigen por definiciones.

Por eso podemos vivir en un sitcom, o reírnos de la vida, enojarnos con ella, o todo al mismo tiempo. Podemos excedernos en el absurdo y ser cotidianamente emocionales. Buscándolo o no. Podemos ser como esos personajes que también son personas y sentir, crear, vivir… siempre agradecidos de poder compartir las temporadas, de podernos abrazar aunque no distingamos la ficción de la realidad.

6 comentarios:

d:ego dijo...

A veces, es difícil distinguir lo que es real de lo que es ficción.

Frecuentemente, la ficción nos seduce, nos absorbe y envuelve con todos su trucos, recursos y momentos que no queremos escapar de ella. Preferimos el auto-engaño y la "felicidad". Tratamos de hacer de la ficción una realidad. Imposible.

Otras veces la realidad es tan cruda, tan dolorosa que no queda más que recurrir a la ficción para buscar consuelo, para viajar a un lugar mejor.

Y aunque parecen opuestas, son en realidad parte de un mismo ser: La vida. Dos caras que gracias a la ironía salpican tintes de su esencia sobre la otra. Dos espejos frente a frente, reflejándose uno en otro. Y nosotros... en medio.

d:ego dijo...

PS: LOVED YOUR MUSIC. DOWNLOADING IT NOW!!! Especialmente Kevin Johansen.

d:ego dijo...

PS2:

In the end, what is real (TRUE) is what we feel. That's what humans are really made of, emotions. Sometimes raw, animal, intense emotions, others subtle, contained.

And there is nothing like sharing them with a person that cares and understands. You can't get more real than that.

Thanxs

humantree dijo...

=) amiguito.

Manzana Marina dijo...

AMO al Sr Kevin. Tengo un affair con él desde hace un año gracias a un árbol maravilloso que lo descubrió. Totally love him in your blog.

Y es cierto, la ficción nos seduce porque lo hace todo posible, incluso volverse ella misma realidad.
Un abrazo y mi voto para trees' sitcom.

humantree dijo...

Kevin, te prometemos, que donde vayas todos te escucharemos...

¡Gracias Manzana del Mar!