Entre las muchas virtudes que admiro de mi papá -algunas compartidas y otras no tanto-, hay una que siempre me ha sorprendido: mi papá es muy
detallista. Algunas veces parece contradictorio -como todo- porque él puede vivir con la más absurda combinación de colores y texturas, despeinado o sin darse cuenta de lo que la gente a su alrededor le quiere decir sin decírselo. Hay asuntos superficiales, muchos
"detalles", que no son importantes para él, y se abstrae y está en su mundo, un mundo raro de espiritualidad, inteligencia y trabajo... pero de repente nos damos cuenta que hace cartas, convierte en regalo sus poemas encuadernados, rescata fotos, evoca los recuerdos más significativos, siempre tiene algo preparado en fechas importantes y sabe como sorprender cualquier día . Por eso todo el tiempo tiene una forma de hacerse sentir cerca, como ayer con su mensaje al celular:
"La felicidad es la certeza de no sentirse perdido".Justo en el momento en que menos perdido me he sentido en todos los aspectos de mi vida.
Aunque sea imposible de entender.
Es una certeza.
zapatito blanco, zapatito azul...