Para que luego no digan que carezco de espíritu emprendedor:
- Deberían existir bicicletas que se puedan mover con los brazos, no sólo con los pies. Es muy injusto que la gente cuyo único ejercicio consiste en pasear en bicicleta tenga muy fuertes -y buenas- piernas y des-musculados brazos. También un aditamento para hacer fuerza con los brazos al caminar sería muy útil. Mejoraría la figura y salud de quienes no van a los gimnasios ni practican deporte pero sí se mueven.
- Insisto con mi idea de rentar camas individuales y por hora afuera de las universidades, algo así como una mezcla entre los hostales y las cápsulas-hoteles japoneses. Especialmente en aquellas instituciones donde el objetivo es la explotación del esclavo, perdón, quise decir alumno o empleado, y prohiben interactuar con el pasto. Podría extenderse a las empresas y centros laborales. Y en el mundo ideal post-emprendedor, sería un servicio y no un negocio.
- Siempre he pensado como un gran negocio la proyección cinematográfica, en vivo, de puestas en escena (no teatrales). Unir al cine con el teatro, devolver la magia del instante, de lo irrepetible, dentro de las tendecias de la globalización. Imaginen que en los cines de todo el mundo se pueda ir a ver, en vivo, una 'obra de teatro-película' en tiempo real, enviada por señales digitales desde algún estudio, teatro o locación en otra latitud. Se podría reactivar, a escala global, la importancia de las marquesinas y reivindicar el talento de los actores. Generaría todo un nuevo campo de acción y sofisticación para la dirección de cámaras y sonido, porque no me refiero a televisar una obra de teatro con escenario al frente, sería algo mucho más complejo, ofreciendo posibilidades que no dan ni el teatro, ni el cine, ni la televisión como los conocemos. Un nuevo lenguaje audiovisual, con el reto de que es en vivo y que ya no es tan fácil entretenernos. Sería más barato que hacer cine, disminuiría los riesgos de inversión en el teatro, aumentaría el valor de cada 'representación'. Sería refrescar la importancia de las técnicas teatrales creando algo nuevo, desempolvar la posibilidad de la imperfección, la sopresa y la improvisación que tanta falta nos hacen. Renovar la experiencia sensorial de estar frente a una pantalla gigante. Y así como Hollywood podría sacarle muchísimo provecho (imaginen una sesión especial cada año con los 4 actores ganadores del Oscar dirigidos por el director ganador, convertida en tradición... abarrotaría las salas de cine, se comercializarían las grabaciones, etc...), sería también una buena salida para nuevos artistas y corrientes alternativas sin los problemas de la distribución.
Generaría todo un debate filosófico sobre el tiempo, la postmodernidad, el espectáculo, la actuación, estrellas vs. actores, aspectos de hibridación, globalización, cultura, entretenimiento, piratería, tecnología...
- Así como Starbucks y sus copiones se han hecho multimillonarios comercializando algo tan barato como el café y ahora han invadido el mundo, alguien podría hacer un negocio similar (pero sin pretensiones tipo Wal-Mart por favor) con el chocolate. Chocolate frío, caliente, con sabores, texturas e intensidades distintas. Light, con leche de soya, deslactosada, con canela, sin canela... el sabor del mes, etc... El mercado es mucho más amplio que el del café, es menos dañino, y haciendo comercio justo podría beneficiar a muchos productores de chocolate además de los lecheros. No sabe igual el chocolate artesanal de Oaxaca que el Quick, así que si se vuelve un producto valorado y costoso, podría beneficiar no sólo a los dueños de la cadena chocolatera. Y si pensamos en las alianzas con panaderías tradicionales, o la incursión del tamal como postre a gran escala, mucha gente podría salir beneficiada. Digo si de consumir calorías y chismear un rato se trata, ¿por qué no hacerlo con nuestra cocina que es además más rica?. Por supuesto, lo de Starbucks era un ejemplo del producto y éxito, no de las formas invasoras.
Es impresionante a qué he recurrido con tal de no hacer mis ensayos. ¿Alguien me había imaginado tan... mmm... tec? Me estoy dando miedo. En fin, son sólo algunas ideas que me han dado vueltas en la cabeza por mucho tiempo, creo que son viables, con posibilidades de éxito y de alguna forma benéficas. Además siempre es bueno dejar una prueba de que 'a mi ya se me había ocurrido'. Por si saben de alguien que no sepa en qué invertir su dinero.
Ok ya, suficiente capitalismo por un buen rato, luego les comparto más ideas que revolucionarán al mundo.
- Deberían existir bicicletas que se puedan mover con los brazos, no sólo con los pies. Es muy injusto que la gente cuyo único ejercicio consiste en pasear en bicicleta tenga muy fuertes -y buenas- piernas y des-musculados brazos. También un aditamento para hacer fuerza con los brazos al caminar sería muy útil. Mejoraría la figura y salud de quienes no van a los gimnasios ni practican deporte pero sí se mueven.
- Insisto con mi idea de rentar camas individuales y por hora afuera de las universidades, algo así como una mezcla entre los hostales y las cápsulas-hoteles japoneses. Especialmente en aquellas instituciones donde el objetivo es la explotación del esclavo, perdón, quise decir alumno o empleado, y prohiben interactuar con el pasto. Podría extenderse a las empresas y centros laborales. Y en el mundo ideal post-emprendedor, sería un servicio y no un negocio.
- Siempre he pensado como un gran negocio la proyección cinematográfica, en vivo, de puestas en escena (no teatrales). Unir al cine con el teatro, devolver la magia del instante, de lo irrepetible, dentro de las tendecias de la globalización. Imaginen que en los cines de todo el mundo se pueda ir a ver, en vivo, una 'obra de teatro-película' en tiempo real, enviada por señales digitales desde algún estudio, teatro o locación en otra latitud. Se podría reactivar, a escala global, la importancia de las marquesinas y reivindicar el talento de los actores. Generaría todo un nuevo campo de acción y sofisticación para la dirección de cámaras y sonido, porque no me refiero a televisar una obra de teatro con escenario al frente, sería algo mucho más complejo, ofreciendo posibilidades que no dan ni el teatro, ni el cine, ni la televisión como los conocemos. Un nuevo lenguaje audiovisual, con el reto de que es en vivo y que ya no es tan fácil entretenernos. Sería más barato que hacer cine, disminuiría los riesgos de inversión en el teatro, aumentaría el valor de cada 'representación'. Sería refrescar la importancia de las técnicas teatrales creando algo nuevo, desempolvar la posibilidad de la imperfección, la sopresa y la improvisación que tanta falta nos hacen. Renovar la experiencia sensorial de estar frente a una pantalla gigante. Y así como Hollywood podría sacarle muchísimo provecho (imaginen una sesión especial cada año con los 4 actores ganadores del Oscar dirigidos por el director ganador, convertida en tradición... abarrotaría las salas de cine, se comercializarían las grabaciones, etc...), sería también una buena salida para nuevos artistas y corrientes alternativas sin los problemas de la distribución.
Generaría todo un debate filosófico sobre el tiempo, la postmodernidad, el espectáculo, la actuación, estrellas vs. actores, aspectos de hibridación, globalización, cultura, entretenimiento, piratería, tecnología...
- Así como Starbucks y sus copiones se han hecho multimillonarios comercializando algo tan barato como el café y ahora han invadido el mundo, alguien podría hacer un negocio similar (pero sin pretensiones tipo Wal-Mart por favor) con el chocolate. Chocolate frío, caliente, con sabores, texturas e intensidades distintas. Light, con leche de soya, deslactosada, con canela, sin canela... el sabor del mes, etc... El mercado es mucho más amplio que el del café, es menos dañino, y haciendo comercio justo podría beneficiar a muchos productores de chocolate además de los lecheros. No sabe igual el chocolate artesanal de Oaxaca que el Quick, así que si se vuelve un producto valorado y costoso, podría beneficiar no sólo a los dueños de la cadena chocolatera. Y si pensamos en las alianzas con panaderías tradicionales, o la incursión del tamal como postre a gran escala, mucha gente podría salir beneficiada. Digo si de consumir calorías y chismear un rato se trata, ¿por qué no hacerlo con nuestra cocina que es además más rica?. Por supuesto, lo de Starbucks era un ejemplo del producto y éxito, no de las formas invasoras.
Es impresionante a qué he recurrido con tal de no hacer mis ensayos. ¿Alguien me había imaginado tan... mmm... tec? Me estoy dando miedo. En fin, son sólo algunas ideas que me han dado vueltas en la cabeza por mucho tiempo, creo que son viables, con posibilidades de éxito y de alguna forma benéficas. Además siempre es bueno dejar una prueba de que 'a mi ya se me había ocurrido'. Por si saben de alguien que no sepa en qué invertir su dinero.
Ok ya, suficiente capitalismo por un buen rato, luego les comparto más ideas que revolucionarán al mundo.