Resulta que el tantas veces ex candidato Cuauhtémoc Cárdenas publicó una carta contestándole a Elena Poniatowska a raiz de las descalificaciones que la escritora le hizo en La Jornada, diciendo que al igual que otros líderes de izquierda, el señor no apoyó al "Mesías Tropical" (Andresito pues) por envidia.
El fundador del PRD, que nunca ha sido santo de mi devoción, pero cuyo nivel político e intelectual supera por mucho al de el de Macuspana y sus ecuaces, argumenta larga y detalladamente sus razones para no apoyar el próximo fundador de la Repúbica Paralela (que no para lelos, espero). Y muchos leímos la carta con gusto, como Andrés Lajous, de Radicales Libres, donde se inició una serie de comentarios sobre "Elenita", los intelectuales y la política... ¡y que me emociono y opino!, copio mi comentario:
"No se que me gustó más, si la carta en sí, o el júbilo compartido por muchos porque alguien puso en su lugar a la Sra. Poniatowska. Lo de tomar partido, como "intelectual", es un largo debate... finalmente ¿qué es un intelectual? ¿cuáles son sus límites con el arte o la política? Escencialmente se desarrolla en el ámbito cultural, pero... ¿cuál? ¿qué no es cultura?...
Si mal no recuerdo Cortázar decía que un escritor sin ideología política y compromiso social no valía la pena. Por otro lado las aportaciones culturales de gente como Poniatowska, Mosiváis, etc... son grandes. Lo cual no implica calidad analítica en asuntos políticos, politólogos no son. Pero a diferencia de los analistas y científicos sociales, algunos "intelectuales" están o pretenden estar más cerca del arte, y a un artista (o intento de)con compromiso social e ideología, no le podemos pedir mucha racionalidad política. Por naturaleza su enfoque está en los fines, no los medios. La emoción ante la razón, esa fuerza que genera la impotencia de saber que las cosas siguen igual o peor, llevando a un apoyo incondicional al movimiento de AMLO, y a atribuir razones meramente emocionales para sus detractores.
Simplemente trato de entenderlos y me queda claro que conocen su impacto en la gente y lo aprovechan para sus objetivos, producto casi siempre de la sensibilidad que muchos compartimos por las causas sociales. La emoción nos mueve, la linea es delgada.
Los que debemos entender la diferencia entre un "intelectual" y un politólogo somos nosotros, aunque algunos medios no lo hagan. Ellos tienen su derecho a expresarse y actuar, los espacios siempre los van a tener pues sus trayctorias (en otros campos) los avalan. De la misma forma nosotros tenemos el derecho a disentir y la obligación de no perder la perspectiva crítica.
¿Por eso somos la Alternativa no?
Saludos!"
2 comentarios:
Bueno!! Y qué dicen que a los jóvenes no les va aquello de participar, qué bien.
Care Bears!
"Sentimentalismos"
Que plaga... lastima que eso sea mucho de lo que nos hace "humanos"...
Publicar un comentario