28 abril, 2007

Ideitas...

Para que luego no digan que carezco de espíritu emprendedor:

- Deberían existir bicicletas que se puedan mover con los brazos, no sólo con los pies. Es muy injusto que la gente cuyo único ejercicio consiste en pasear en bicicleta tenga muy fuertes -y buenas- piernas y des-musculados brazos. También un aditamento para hacer fuerza con los brazos al caminar sería muy útil. Mejoraría la figura y salud de quienes no van a los gimnasios ni practican deporte pero sí se mueven.

- Insisto con mi idea de rentar camas individuales y por hora afuera de las universidades, algo así como una mezcla entre los hostales y las cápsulas-hoteles japoneses. Especialmente en aquellas instituciones donde el objetivo es la explotación del esclavo, perdón, quise decir alumno o empleado, y prohiben interactuar con el pasto. Podría extenderse a las empresas y centros laborales. Y en el mundo ideal post-emprendedor, sería un servicio y no un negocio.

- Siempre he pensado como un gran negocio la proyección cinematográfica, en vivo, de puestas en escena (no teatrales). Unir al cine con el teatro, devolver la magia del instante, de lo irrepetible, dentro de las tendecias de la globalización. Imaginen que en los cines de todo el mundo se pueda ir a ver, en vivo, una 'obra de teatro-película' en tiempo real, enviada por señales digitales desde algún estudio, teatro o locación en otra latitud. Se podría reactivar, a escala global, la importancia de las marquesinas y reivindicar el talento de los actores. Generaría todo un nuevo campo de acción y sofisticación para la dirección de cámaras y sonido, porque no me refiero a televisar una obra de teatro con escenario al frente, sería algo mucho más complejo, ofreciendo posibilidades que no dan ni el teatro, ni el cine, ni la televisión como los conocemos. Un nuevo lenguaje audiovisual, con el reto de que es en vivo y que ya no es tan fácil entretenernos. Sería más barato que hacer cine, disminuiría los riesgos de inversión en el teatro, aumentaría el valor de cada 'representación'. Sería refrescar la importancia de las técnicas teatrales creando algo nuevo, desempolvar la posibilidad de la imperfección, la sopresa y la improvisación que tanta falta nos hacen. Renovar la experiencia sensorial de estar frente a una pantalla gigante. Y así como Hollywood podría sacarle muchísimo provecho (imaginen una sesión especial cada año con los 4 actores ganadores del Oscar dirigidos por el director ganador, convertida en tradición... abarrotaría las salas de cine, se comercializarían las grabaciones, etc...), sería también una buena salida para nuevos artistas y corrientes alternativas sin los problemas de la distribución.
Generaría todo un debate filosófico sobre el tiempo, la postmodernidad, el espectáculo, la actuación, estrellas vs. actores, aspectos de hibridación, globalización, cultura, entretenimiento, piratería, tecnología...

- Así como Starbucks y sus copiones se han hecho multimillonarios comercializando algo tan barato como el café y ahora han invadido el mundo, alguien podría hacer un negocio similar (pero sin pretensiones tipo Wal-Mart por favor) con el chocolate. Chocolate frío, caliente, con sabores, texturas e intensidades distintas. Light, con leche de soya, deslactosada, con canela, sin canela... el sabor del mes, etc... El mercado es mucho más amplio que el del café, es menos dañino, y haciendo comercio justo podría beneficiar a muchos productores de chocolate además de los lecheros. No sabe igual el chocolate artesanal de Oaxaca que el Quick, así que si se vuelve un producto valorado y costoso, podría beneficiar no sólo a los dueños de la cadena chocolatera. Y si pensamos en las alianzas con panaderías tradicionales, o la incursión del tamal como postre a gran escala, mucha gente podría salir beneficiada. Digo si de consumir calorías y chismear un rato se trata, ¿por qué no hacerlo con nuestra cocina que es además más rica?. Por supuesto, lo de Starbucks era un ejemplo del producto y éxito, no de las formas invasoras.

Es impresionante a qué he recurrido con tal de no hacer mis ensayos. ¿Alguien me había imaginado tan... mmm... tec? Me estoy dando miedo. En fin, son sólo algunas ideas que me han dado vueltas en la cabeza por mucho tiempo, creo que son viables, con posibilidades de éxito y de alguna forma benéficas. Además siempre es bueno dejar una prueba de que 'a mi ya se me había ocurrido'. Por si saben de alguien que no sepa en qué invertir su dinero.

Ok ya, suficiente capitalismo por un buen rato, luego les comparto más ideas que revolucionarán al mundo.

21 abril, 2007

La Señora Mastretta

En la mañana fui a caminar al centro, iba leyendo 'Dones', una recopilación de relatos de Ángeles Mastretta... y empecé a llorar.

No es la primera vez. Hace tres años tuve sobredosis de alegría después de un concierto, la condición me duró varios días, fue tan grande que no dormí de pura emoción (emoción rima con Eugenia León, la culpable). Escuché mi música favorita, escribí varias cartas, hice llamadas y quería leer algo bonito. Fui a la biblioteca, saqué 'El cielo de los leones', también de A. Mastretta, y lloré mucho.

Un año antes mi mamá me visitó en las montañas, estar con ella me llenó de alegría y al partir me dejó un libro: "Mujeres de ojos grandes", cuyas vidas eran relatadas por Ángeles Mastretta. ¡Cómo me hicieron llorar!

Una escritora como ella debe tener muchos dones, mi favorito es el de aparecerse cuando mi mundo es más bonito que siempre y hacerme llorar... de felicidad.

"Casi cualquiera de nosotros ha tenido al menos un buen maestro del don de llanto, aunque a diario traicionemos sus enseñanzas para complacer al buen gusto y al arte de fingir fortaleza."
- Ángeles Mastretta, 'Don de lágrimas'

19 abril, 2007

Situation... Comedy?

Pensamos que hay situaciones que por definición sólo deberían pasar en los sitcoms, así como otras que nunca aparecen y quizá deberían.

Sabemos además que mi vida a-veces-casi-siempre funciona como una comedia de situación con tintes dramáticos donde por ser real, las reglas no son muy claras. Entran y salen personajes, cambiamos de temporada y de set, los sucesos siguen apareciendo… Nos damos cuenta, son cada vez más raros, absurdos, vergonzosos… chistosos. Hasta que entendemos que estoy muy lejos de ser un personaje de ficción, que ni a ellos les pasarían estas cosas, o posiblemente sí, en el futuro, cuando nosotros los escribamos.

Entonces pensamos en todo lo que estos personajes, los de la tele, no hacen, lo que no les pasa. Pensar en ‘lo que no es’ como forma de reconstruir lo que soy, y entender. Así nos damos cuenta: en los sitcoms la gente no se queda incomunicada a las cuatro de la mañana por fallas de las redes que conectan continentes. Reflexionamos sobre cómo los momentos de abrir el corazón tampoco forman parte de su cotidianidad nunca real. Recordamos que en estos programas hay momentos melosos, otros que hasta sacan alguna lágrima, diseñados para la catarsis en los finales de temporada, o los reencuentros, las bodas, funerales, graduaciones… predecibles momentos especiales que rara vez ocurren nomás porque si, en su día a día desfasado del tiempo.

Tenemos ahora (entre muchas otras) una gran diferencia, además de la falta de una pantalla, entre el sitcom y la vida: todos los momentos que no son graciosos, ni irónicos, ni penosos o imposibles de creer. Estamos pensando en situaciones que son bonitas pero no románticas, emocionales pero no planeadas para las lágrimas, momentos profundos, con mucha sinceridad, casi transparentes, sin que sea final de temporada, reinicio de una relación o la trágica desaparición de algún personaje.

Ejemplificamos pensando en una conversación entre amigos, de esas donde sin necesidad de tratarse de un episodio especial, uno le dice al otro que lo quiere, lo importante que es un su vida y lo orgulloso que se siente por sus logros, por su forma de perseguir sueños y de enfrentar la vida. Imaginamos que en esta escena de esas que nunca aparecen nomás-porque-si en los sitcoms, se mencionan también aspectos como la confianza y la honestidad, con tono de gratitud. Las personas, que no personajes, expresan la admiración que se puede sentir al saber que alguien importante está viviendo, y sintiendo, en toda su humanidad, a veces tan racional y otras tan animal, mesurada y desgarradora, pasional como la vida. Seguimos pensando en una repentina conversación entre amigos.

Pero lo sabemos: en la vida no seriada tampoco ocurren estos episodios con frecuencia, aunque deberían. Y si hablamos de deber, algunas personas no deberían coincidir en ciertas reuniones con propósitos científico$, pero lo harán. Otras no deberían violar ciertos códigos, pero lo hicieron. Hay momentos del sitcom y momentos de la vida.

Concluimos que por definición, ni la vida ni sus situaciones se rigen por definiciones.

Por eso podemos vivir en un sitcom, o reírnos de la vida, enojarnos con ella, o todo al mismo tiempo. Podemos excedernos en el absurdo y ser cotidianamente emocionales. Buscándolo o no. Podemos ser como esos personajes que también son personas y sentir, crear, vivir… siempre agradecidos de poder compartir las temporadas, de podernos abrazar aunque no distingamos la ficción de la realidad.

18 abril, 2007

- ¡Es impresionante cómo cambias cuando llega!
- ¿Si?
- Sí, mucho, tu cara se transforma, como que despiertas, no dejas de sonreir...
- Porque su sonrisa es contagiosa, lo ilumina todo.
- ¿Te gusta?
- Me gusta sentirme feliz, me siento muy feliz.

16 abril, 2007

A trabajar

Pared en Granada, abril 2007.

Ya regresé, el viaje me gustó mucho, estuvo largo y cansado... bastantes cosas que contar, mucha reflexión, expectativas superadas, lugares sorprendentes, buenos descubrimientos, personas que hicieron falta y un encuentro maravilloso. Pero me tengo que poner a leer para hacer muchos ensayitos. Por lo pronto ya hay más fotos en flickr, por aquí abajo está el mosaico para entrar. También puse algunas de las del viaje de diciembre, pero todavía faltan.

Pónganse a leer, y cuando puedan, viajen.

05 abril, 2007

Vacaciones

Estoy en Barcelona, construyendo más recuerdos maravillosos.
Sigue siendo mi ciudad favorita, algún día viviré aquí.

En la agenda del árbol se aproximan: Valencia, Madrid, Sevilla, Córdoba y Granada.
Son tiempos de vivir sueños.